Es difícil aceptar que tenemos diferencias frente a los otros, los diferentes, pero están ahí. En realidad no es algo endémico, ocurre en todos los rincones del planeta pero, cómo manifestamos nuestro racismo y hasta dónde es capaz de llegar. 
Con intenciones intelectuales se hizo la pregunta del titular el guatemalteco Alexander Sequén-Mónchez, investigador y especialista en políticas internacionales para la Casa América; buscando respuestas que aportaran claridad a una situación que lleva años reflejándose en las encuestas: los españoles estamos preocupados por la inmigración. ¿Y cómo se traduce ese malestar? Sequén lo ha analizado voluntariosamente en su libro, El Cálculo Egoísta, utilizando el tratamiento que se hace de noticias relacionadas con los migrantes desde los medios de comunicación, o cómo se revelan los periodistas ante el tema, el lenguaje que usamos, nuestras leyes, las que ya están implantadas y las que se avecinan en medio de la redacción de los nuevos programas electorales: “La inmigración es siempre un tema político”.
En el acto de presentación del libro, el pasado 26 de febrero, estuvo arropado por el periodista Javier Valenzuela y por el jurista Hernando Valencia Villa, así como de la periodista peruana Yolanda Vaccaro. Allí, recordaron frases como la del profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Avishai Margalit: “Una sociedad civilizada es aquella en la que los ciudadanos no se humillan los unos a los otros. Una sociedad decente es aquella en que las instituciones no humillan a sus ciudadanos”.
Entrevista para Radio 5, RNE. Emitida en De Ida y Vuelta.
Noemi Hernández 